29.11.09

una amiga me dice:

-El dinero mejor invertido, además de en viajar, es en un hidromasaje nena. Tenés orgasmos asegurados de por vida.

10.11.09

putita


-->
Se pone tacos y medias rojas con ligas, va a la oficina del amante de cuarentaycinco. En el subte le miran las piernas, las tiene buenas. Se siente un poco incómoda con tacos, ligas y tanguita. Todo junto la hace sentirse muy puta. Ese es el juego. Se calienta. Algunos lo entienden, otros no. Ella sabe jugar ahora. Tiene la inocencia guardada en algún lado, pero no la muestra. Lo único bueno de la edad es la experiencia. Está buena y sabe de todo.
La semana pasada fue el de veintisiete. Vino la mañana del viernes porque ella no trabajaba. El se escapó del laburo. Un turno. Suficiente. A las dos horas renovaba el registro de conducir en el CGP. La foto le recordará el día. Mientras viaja en el subte relee los mensajes de texto.
“jaja, te gustó eh? Putita” le dice el de veintisiete respondiendo al suyo. Se ríe sola.
Llega al departamento que funciona como oficina, ya se fueron todos los empleados pero las pantallas de las mac siguen encendidas. El la mira y sonríe. Hace mucho que no se ven. La alza, la toca. Se besan desesperados, se ríen.
–No te pusiste las botas.
–Si me querés tan puta comprame un par.
Se besan. Se huelen. Hace veinte años que se conocen ya. Los cuerpos se adivinan.
El sexo con él nunca fue el mejor, pero se calientan tanto. Los años que comparten junto con las historias remiten al amor. El la quiere ver arder. A ella no le cuesta nada, el viaje en subte hizo lo suyo. El hace café. Ella se toma su tiempo.
El le abre la blusa, ella se ríe. Atardece con lluvia y Buenos Aires se ve ahora desde el piso veintidós hasta el río. El es apurado, ella lo toca despacio. No se desnudan. A él le gusta vestida. El gusto conocido de la piel del otro. Cogen. Se conocen tanto.
Toman café. Media hora después, volviendo en subte ella le manda el mismo mensaje de texto que al de veintisiete. “Qué rica pija tenés”.

4.11.09

adivina adivinador...

¿qué te contesta un pibe si le mandás un mensaje de texto que dice solamente:


qué rica pija tenés...




eh?








adivina adivinador...

15.7.09

¿Por qué?

¿Por qué a las nenas les regalamos muñecas y las hacemos jugar a la mamá?

¿por qué a los varones les regalamos autos y pelotas?

Si después cuando son grandes las mujeres se quejan de que solo les importa el auto y el futbol.

Y los hombres se quejan de que las mujeres solo queremos tener hijos.

¿Por qué?

5.7.09

me tiemblan las piernas


-->
Me acuerdo del sexo con vos y me tiemblan las piernas.
Quiero que lo sepas. El sexo con vos era lo más nene, me mataba. Extraño lo que sentía. No te extraño a vos, extraño tu cuerpo tocándome. Adentro mío. No sé porque te mandé a la mierda, no sé. Me gustaba mucho, quizás. Me comí una película fea. Vinieron los prejuicios a masturbarme el cerebro. Pero no pueden hacerme sentir nada y es como dormir con Alplax. Que no es una persona, es una pastilla rosa.
Los prejuicios son certezas equivocadas siempre, pero te dejan inmóvil. Paralizada.
Me duele la espalda de extrañarte.
Mis cuentos casi nunca tienen un final feliz.
También me gusta bailar.




20.6.09

zapatos de hombre

Odio a los porteros. Puedo empezar hablando del servilismo desmedido que adoptan con los que viven allí. Me dan asco. No se los puede molestar a la hora de la siesta porque no responden el timbre. Se sienten superiores porque poseen un pequeño espacio de poder al que uno nunca tendrá acceso. ¿Por qué se creen los dueños del edificio?

Cuando vivía sola, el portero de al lado, sacaba la basura a la noche y solucionaba algún problema doméstico. Detestaba que me sonriera cuando llegaba con algún novio a la hora en que él regaba la vereda. Y digo que la regaba porque es lo que hacen todos los días. Derrochan hectolitros de agua potable por no usar la escoba. Son una lacra. Además, ¿de qué se reía? Hay que tratarlos bien porque sino te mandan a los chorros, te esconden las cartas o te hacen un juicio por maltrato.

Cuando me mudé a mi casa nueva todo el tiempo me quedaba sin teléfono. La caja estaba colgada de un árbol porque habían tirado abajo el edificio en donde estaba instalada, y los albañiles no tuvieron mejor idea que dejarla colgando. Cada vez que me quedaba sin tono salía a la calle y la bendita caja estaba tirada al lado del cordón. Llamaba a la telefónica. Venían, unían los cables y la dejaban colgada otra vez del árbol. Mínimo una semana sin teléfono. Pasaba un tiempo y otra vez sin tono. La caja tirada en el cordón de la vereda otra vez, mojada y con los cables cortados. Otra vez la llamada a Telecom. Los tipos que tardaban una semana en venir. Volvían a unir los cables y seguía una y otra vez colgándola del árbol. Y otro día, nuevamente lo mismo. Reclamaba que pusieran la caja sobre la pared. Pero no, ellos se remitían a unir cables y dejarla ahí colgando. A los pocos días la misma situación. No entendía quién podía ser el hijo de puta que la desconectaba y la tiraba, porque esto siguió pasando durante meses. Un día lo vi. Era él. El portero. Dijo que los propietarios le decían que eso parecía una villa. Lo re putié. Solo contestó que no le faltara el respeto. Deben enseñarles esa frase para contestar a las agresiones sin agredir.

Finalmente un día feriado en el que nuevamente estaba sin tono, salí a la calle con un hacha, corté el cable tiré la caja a la basura. Al día siguiente la cuadrilla de Telecom instalaba una bella caja nueva sobre la pared del departamento nuevo.

Diez días después, volviendo de la escuela con mi hija y una compañera, aparece sonriendo el muy maldito, y la nena le da un abrazo. ¡Se conocen todos del club del Suterh! Son una mafia. Hacen asados los domingos y bailes los sábados a la noche. No pagan ni un impuesto. Casa y servicios gratis. Pueden ahorrar. Sus sueldos aumentan cada tres meses porque el sindicato siempre transa con el gobierno de turno. Las escuelas públicas están repletas de sus hijos y jamás aportan a la cooperadora. Ellos solo planean cómo cagarnos eficazmente la vida.


Releía el texto antes de que empezara el taller de narrativa y vi sentados a mi lado los zapatos perfectos. Clásicos acordonados con punta redondita. Arriba seguía un pantalón gris de franela, pulóver negro sobre camisa blanca. Atuendo formal.

El hombre de los zapatos perfectos parecía estar cerca de los cuarenta. Medio pelado, con sonrisa interesante. Atractivo. Me gustó.

Me sorprendo muchas veces mirando vidrieras de calzado masculino. No tengo a nadie para comprarle ni para sugerirle, pero me gusta imaginar al hombre que hay dentro de cada zapato. No me importan los precios, porque no voy a comprarlos, así que lo mismo da si es el más caro o el más barato. Paso un tiempo considerable mirando la vidriera. También me gustan la botitas de cuero, con elástico a los costados y de suela, esas botitas me gustan marrones, los zapatos negros. Me gusta que tengan que lustrarlos.

Muchas veces he desechado hombres por ver que usan zapatos náuticos. No hay un zapato que odie más que el zapato náutico. Desconfío del hombre que los usa. Seguro es un salame.

A algunos no llegás nunca a verle los zapatos porque directamente no te importan. El se lleva todas tus miradas. Pero si nos ponemos a evaluar a alguien es una de las cosas que primero miro. Cada zapato lleva a un determinado hombre. Y así como se pregunta muchas veces, de qué signo sos, yo miro los pies.

El calzado deportivo, mezcla de zapatilla importante y botita está bueno si te vas a la montaña. Los que andan con eso se parecen a los que manejan una cuatro por cuatro en el microcentro. No podés ir al cine con ojotas por ejemplo. Las zapatillas, son un item importante porque solo los menores de treinta pueden usarlas para todo. A pesar de mi teoría hay muchos hombres que no se las sacan ni en la playa. Los mayores de esa edad siempre se hacen los pendejos con zapatillas y a mayor tamaño peor es el ejemplar que las usa. Claro que hay modelos y modelos. No da lo mismo cualquiera. A mí me gustan las más sencillas. Las de lona. Las de marca pero cool. Nada de muchos colores y extravagancias. De todos modos a algunos cualquier cosa les queda bien.

Las sandalias también dependen del modelo. Pero más que nada, igual que con las ojotas tienen que ver con el tipo de pie del que las usa. Mínimo las uñas prolijas. Algunos pies son copados. Otros no deberían jamás salir a la luz. Mucho menos si el dueño es poco atractivo, porque no creo que haya mujer que no mire los pies descalzos de alguien que no sea un Brad Pitt

Los mejores hombres están arriba de los zapatos clásicos acordonados, punta redonda. Esos hombres me gustan. Calzado de suela. Nunca de goma. Si es goma, que sea finita. No hay nada peor que los zapatos moldeados por el peso, con la marca del dueño en la forma. Sucede cuando la suela es de goma gruesa. Imagino a los hombres que me gustan lustrando sus zapatos y esa imagen sola me calienta. El hecho de tener que atarlos con esos cordones finos le impone al personaje una tarea en la que me gustaría verlo.

La mayoría que usa zapatos de punta cuadrada son los llamados metrosexuales. De terror. Se liman las uñas, usan más cremas que yo y además de ir al gimnasio todos los días toman cama solar. Jamás podría fijarme ni por un minuto en alguien así.

Tenemos los mocasines que a mi me remiten a facho. Será que durante mi secundaria, pleno proceso militar mis amigas salían con los chicos del liceo, siempre de mocasines y pelo rapado. Un espanto, así que ni hablar.


No hubo tiempo para leer mi texto esa clase, pero él sí leyó, y me gustó también lo que escribía. El hombre de los zapatos perfectos. Su trabajo impreso siempre muy prolijo. Callado, nunca me habló. Coincidimos en llegar temprano la clase siguiente y compartimos un café. Hablamos un poco de lo que estamos escribiendo cada uno. Me cuenta que escribe un cuento de terror, le digo que a mi no me salen y que estoy escribiendo sobre los encargados de edificios y mientras saco las hojas para mostrarle algo de mi trabajo dice:

– preguntame lo que quieras sobre los encargados, es mi trabajo.









7.6.09

zapatos de hombre

“No creo sentirme tan sola con este sentimiento de odio incondicional hacia la profesión de portero o encargado de propiedad horizontal. Puedo empezar hablando del servilismo desmedido y falso que adoptan algunos de ellos con los habitantes de los edificios que raya en lo asqueroso. Se sienten superiores porque poseen un pequeño espacio de poder al que uno nunca tendrá acceso. Se creen dueños del edificio. Ni se te ocurra molestarlos a la hora de la siesta porque no responden el timbre.

Por suerte nunca viví en casa con portero, pero cuando vivía sola, el de al lado, se encargaba entre otras cosas de sacar la basura a la noche o solucionar algo. Odiaba que me sonriera cuando llegaba con algún novio a la hora en que él regaba la vereda. Y digo que la regaba porque es lo que veo que hacen varios de ellos todos los días. Derrochan hectolitros de agua potable por no usar la escoba. ¿No es acaso una actitud deplorable hacia la humanidad? En este punto tendríamos que ponernos de acuerdo todos los seres humanos, ya va siendo hora.

Son una lacra, pero hay que tratarlos bien porque sino te mandan a los chorros, te esconden la correspondencia o te hacen un juicio por maltrato.Cuando me mudé a mi casa nueva cada dos semanas aproximadamente me quedaba sin teléfono. La caja estaba colgada de un árbol porque habían tirado abajo un edificio en cuya pared estaba instalada, entonces no tuvieron mejor idea que dejarla colgando de un árbol. Cada vez que me quedaba sin tono salía a la calle y la bendita caja estaba tirada al lado del cordón, iba y la volvía a colgar del árbol. Millones de llamadas a la empresa telefónica no daban resultado. Una vez finalmente lo vi. Era el portero del edificio al que pertenecía el árbol, él era quién la tiraba en la alcantarilla, argumentó que los propietarios le decían que eso parecía una villa, lo re putié, solo dijo que no le faltara el respeto. Finalmente un día feriado, nadie en la calle, hacha en mano salí, corté el cable que tenía y la tiré a la basura. Al día siguiente estaba la cuadrilla de la empresa de teléfonos instalando una bella caja nueva como dios manda sobre el nuevo edificio. No estoy segura si fue este el hecho que profundizó mi odio o ver tal vez que a los diez días de ocurrido, volviendo de la escuela con mi hija y una compañera, esta le diera un abrazo al portero maldito que había tirado la caja a la alcantarilla al tiempo que lo llamaba tío.Todos se conocen del club de encargados, hacen asados los domingos y bailes los sábados a la noche, tienen guita, no pagan ni un impuesto, casa y servicios gratis, se los pagan todo los que habitan sus consorcios. Pueden ahorrar, solo gastan en comidas. Sus sueldos aumentan cada tres meses porque el sindicato siempre transa con el gobierno de turno. Las escuelas públicas están repletas de sus hijos y jamás aportan a la cooperadora.Ellos solo planean cómo cagarnos eficazmente la vida.”


Releía el texto antes de que empezara la clase de taller de narrativa y vi sentados a mi lado los zapatos perfectos, clásicos acordonados con punta redondita. Pensé que seguro me atraería ese hombre que los llevaba. Arriba de los zapatos seguía un pantalón gris de franela, pulóver negro sobre camisa blanca. Atuendo formal.

El hombre de los zapatos parecía estar cerca de los cuarenta, medio pelado, con sonrisa interesante. Atractivo. Me gustó.

Me sorprendo muchas veces mirando vidrieras de calzado masculino. No tengo a nadie para comprarle ni para sugerirle, pero me gusta imaginar al hombre que hay dentro de cada zapato. Fantaseo con encontrar al que use mi preferido y acá estaba.

No me importan los precios, porque no voy a comprarlos, así que lo mismo da si es el más caro o el más berreta. Paso un tiempo considerable mirando la vidriera.

Muchas veces he desechado hombres por ver que usan zapatos náuticos, no hay un zapato que odie más que ese, considero que el hombre que los calza es pretencioso y alguien así seguro sea mediopelo.

A algunos no llegás nunca a verle los zapatos, porque directamente no te importan, él se lleva todas tus miradas. Pero si nos ponemos a evaluar a alguien es una de las cosas que primero miro.

Cada zapato lleva a un determinado hombre, y así como se pregunta muchas veces:

– ¿de qué signo sos?

Yo miro los pies.

Hay un calzado que podría llamarse deportivo, algo así como una mezcla de zapatilla y botita que si te vas a la montaña está buenísimo, pero los que van por la ciudad con eso parecen los que manejan una cuatro por cuatro en el microcentro.

No podés ir al cine con ojotas por ejemplo.

Las zapatillas, son un item importante porque solo los menores de treinta pueden usarlas para todo. A pesar de mi teoría hay muchos hombres que no se las sacan ni en la playa. Los mayores de esa edad siempre se hacen los pendejos con zapatillas y a mayor tamaño peor. Claro que hay modelos y modelos, no da lo mismo cualquiera, a mi me gustan las más sencillas, y repito que a algunos cualquier cosa les queda bien.

Los mejores hombres están arriba de los zapatos clásicos acordonados, punta redonda. Esos hombres me gustan, calzado de suela, nunca de goma. Si es goma que sea finita. No hay nada peor que los zapatos moldeados por el peso del que los lleva, con la marca del dueño en la forma y eso sucede cuando la suela es de goma gruesa. Imagino a los hombres que me gustan lustrando sus zapatos y solo esa imagen me calienta. Pienso que solo el hecho de tener que atarlos con esos cordones finos le impone al personaje una tarea en la que me gustaría verlo, prestando atención a su atuendo.

La mayoría que usa zapatos de punta cuadrada son los llamados metrosexuales, de terror, se liman las uñas, usan más cremas que yo y además de ir al gimnasio todos los días toman cama solar. Jamás podría fijarme ni por un minuto en alguien así.

Tenemos los mocasines que a mi me remiten a facho. Será que durante mi secundaria, pleno proceso militar mis amigas salían con los chicos del liceo, siempre de mocasines y pelo rapado. Un espanto, así que ni hablar.

No hubo tiempo para leer mi texto esa clase, pero él sí leyó, y me gustó también lo que escribía. El hombre de los zapatos perfectos. Llevaba su trabajo impreso siempre muy prolijo. Bastante callado, nunca me habló, pero parecía gustarle lo que yo escribía también.

Coincidimos en llegar temprano la clase siguiente y compartimos un café. Hablamos un poco de lo que estábamos escribiendo cada uno. Me cuenta que escribe un cuento de terror, le digo que a mi no me salen y que estoy escribiendo sobre los encargados de edificios y mientras estoy sacando las hojas para mostrarle algo de mi trabajo dice:

– preguntame lo que quieras saber sobre los encargados, yo trabajo de eso.

22.5.09

amante de 25 (cap final)

Volvemos al chat, esa misma noche, me pregunta cómo lavar ropa de color con lavandina, le doy mis consejos de ama de casa.

Hablamos de música, nos pasamos videos. Hablamos horas.

Seguimos en el chat. En el chat. El chat. Chat.



Yo: sabés q sos un amor vos!

Mariano: :)

Yo: en serio sos buena persona

Mariano: lo q pasa lexi es q no quiero q se mezclen los tantos a veces me cuesta y soy mas buena onda de lo q debería ser no se si me explico

Yo: creo q si

Mariano: vos también sos copada

pero no nos engañemos

Yo: q?

Mariano: hay un abismo entre nosotros dos

Yo: no me engaño, siempre lo supe

Mariano: a veces me da un poquito de lastima y no debería darme lastima, etnedes, a eso me refiero

Yo: q cosa te da lástima?

el abismo? a mi tmb me da no te preocupes...

Mariano: pero podemos ser amigos

todo bien

Yo: no quiero ser tu amiga, prefiero no hablar más

Mariano: no, no es que no quiero hablar mas con vos lexi

no soy así de forro pero no se estoy siguiendo un camino q puede confundirnos y es peor

Yo: te entiendo, te juro q te entiendo

x eso te dije q sos un amor

Mariano: gracias vos también!



Lloro. No puedo mandarlo a la mierda, porque es buena onda, un bombón. Irresistible.

Me enamoré, del pendejo sin pensar en los años que nos separan sin pensar una vez mas, en que él solo busca sexo, experiencias, lo que significa diferentes mujeres.

El buen sexo se me transforma en amor, creo siempre que la atracción y el deseo alcanzan para conectar, pero no.

Empieza a contarme que las mujeres son histéricas, que se ponen un escote y no quieren que las miren, que hay que hacerles mucho chamuyo para cogerlas, yo le digo que es verdad, que es la ley de la seducción pero según él ir a bailar es discovery channel, no ve la diferencia entre seducción e histeria, no puede. Le digo que no todas son así, ¿será por la edad? Dice que soy diferente.

A mi los hombres mayores me parecen groseros y mentirosos, ya no les creo nada.

Después de perderme en el tipeo del chat, idas y vueltas, palabras simplificadas sin entonación, después de hablar horas con una pantalla, se lee siempre lo que uno quiere leer.

El no me dice lo que quiero, habla de que nadie lo entiende, de que las chicas son tontas.

No lo escucho porque no está. Lo leo en la pantalla pero quisiera tocarlo.

Quiero que vuelva adentro mío pero habla de cosas que nada tienen que ver, entiendo que quiere con otra, aunque solo necesite amor como todos, lástima que no se da cuenta.

Solo quiero sus besos perfumados, sus manos dudosas, un rato de él que me devuelva al amor. Lo entiendo, me encariño, así de fácil. Cuando siento, me entrego, veo en sus ojos, me encuentro ahí. El no puede, no ve todavía. Para eso debe servir el tiempo que tenemos en el medio.

Marianito solo mira y no puede parar de buscar, se pierde.

La pc nos hipnotiza y nos hace creer que nos acerca, pero es la fantasía de la conexión.

Si uno de los dos no ve, no se ve nada, es solo agua que se escurre, invisible, rellenando cada pequeño orificio a su paso, fluye y sigue su curso.

Nunca más lo volví a ver.






Fin.

15.5.09

amante de 25 (cap 7)

Llama. Dice que viene a eso de las cinco.

Es domingo y otra vez me depilé entera pese a todos los pronósticos adversos a los que me remite.

Viene. Arregla la pc. Pero no es la memoria. Se instala en mi silla y no sé que hace. Mientras le hago un té con bizcochuelo, dice que no se siente bien, le doy aspirinas, le hago un masaje.

Está diferente conmigo, no me gusta, no sé, siento que no quiere. Pero me pide que me lo coja yo, no tengo problemas, aunque siento que no quiere.

Cogemos al lado de la pc. Bien, me gusta mucho. Mal, estoy perdida.

Un día chateando le dije que eran pocos los hombres que tenían tan claro qué hacer con sus bocas en el sexo de una chica, dijo que era una técnica.

Un amigo gay me dijo que no le endulzara los oídos porque los pendejos se agrandan y creo que fue así nomás porque nunca más lo hizo.

Sigue con la pc. Dice que en un rato se va y se me cae el alma al piso.

Se siente mal, no sé qué hacer. Mañana es feriado, mi hija está con su papá, lo iba a invitar a cenar, se lo digo, dice que se va a colgar si se queda que tiene cosas que hacer. Nada puedo hacer si no quiere.

Mi hija en el teléfono me cuenta lo que come y cuando corto dice que le dieron ganas de comer pizza y pedimos y comemos, pero me siento para el orto.

Tomamos vino. Nos reímos, más relajados y sigue con la pc. Baja música. Le cuento que le había preparado un stripe tease y suena Joe Cooker con “el tema”, no puedo evitar que me de vergüenza, pero lo hago, para algo estudié teatro, juego… eso es quiero jugar con él, reírme, pasarla bien, besarlo y que me bese, cagarme de risa y coger, solo coger, me pone dinero en la tanguita, me chupa las tetas, pero dice que está cansado.

Por suerte termina la música antes de quedarme en bolas por completo, digo por suerte porque contrariamente a mis deseos, sigue con la pc.

Yo ahí casi desnuda, toda depilada, cagada de frío.

Intelectualiza, no se relaja, eso me corta. Dice que se va, bajo a abrirle y en la escalera se queda pensando. Hace mucho frío. No trajo campera.

Se queda, quiere un masaje con aceites, nunca hice, pero lo hago, desnudito en mi cama le hago el mejor masaje que hice en mi vida, enciendo velas perfumadas. Me calienta mucho tocarlo, pero como esta cansado no intento nada.

No será una buena noche, así que me trago medio alplax, no solo me duerme además no me deja sentir, no quiero sentirme rechazada. Eso siento cada vez que dice “estoy cansado” “no me quiero colgar” “me voy”, y aunque se cuelgue, se quede y me haya echado un polvo no soy más feliz.

Obviamente se despierta al palo. Solo significa que es hombre, es como ir al baño para mi, apenas me toca me dan ganas, pero ya sé que no voy a tener ningún orgasmo.





Continuará…

8.5.09

amante de 25 (cap 6)

Nuestra relación comienza a pasar solo por el chat, todos los días, a toda hora, de temas diversos.

Pasa largo tiempo sin vernos. No entiendo porque y a veces creo que eso es lo que me seduce de los hombres, nunca los voy a entender, solo me gustan.

Me habla de sus gatitos, dice que quiere vivir solo.

Le cuento que me hice un blog, que finalmente lo logré porque no me salía

Hablamos de comida, es vegetariano y nos pasamos recetas, me muestra clips de youtube. Parece que la pasión se diluye.

No quiero chatear, quiero verlo, tocarlo y que me toque, que me coma.

Pero nuestra relación sigue circulando solo por la web y eso me enferma, planeo no hablarle más, pero me habla él apenas aparezco, planeo no contestarle, pero no puedo. Quisiera poder histeriquear pero no me sale cuando alguien me gusta.

Comienzo a creer que no le gusto más, que soy vieja para él y me aparecen los peores fantasmas, me siento gorda, fofa, arrugada, fea y triste. Por suerte tengo un psicólogo que me dice que estoy equivocada, que el problema es de él.

Un día enciendo la PC y nada funciona, todo mal. Apago, reinicio y nada.

Es mi oportunidad. Me alegro porque tengo una razón para llamarlo.

Le mando sms pidiendo auxilio, es sábado a la tarde y estoy con mi hija, primero dice que no sabe qué puede ser, más tarde me manda sms que puede venir a verla sin compromiso al día siguiente, que es domingo (día del niño) le aviso que voy a estar con mi hija, todo bien.

Domingo seis de la tarde sms que está llegando, al mismo tiempo toca el timbre el padre de mi hija. Viene a traerle un regalo y creo que por primera vez en casi tres años de separados entra a casa y saluda a mi hermana que todavía no se fue.

Volcanes erupcionando adentro de mi cuerpo. Estoy muy nerviosa, le digo al padre que ella quiere ir a dar una vuelta. Le explico que va a venir el técnico de la PC en un rato, dice que si pero se queda charlando con mi hermana.

Timbre. Marianito con mochilita. Presento a todos, el técnico se sienta en la PC. Yo trato de que se vayan los demás.

Otra vez había olvidado su cara.

Se van todos, el padre dice que vuelven en un par de horas.

No hay nada que hacerle a la PC, está para atrás, el técnico dice que le compre más memoria. Seguiré sin PC.

Hago un té, me pide que a cambio de su visita le haga el masaje que alguna vez le prometí, tenemos hora y media, no nos besamos ni nos tocamos..

Voy a mi dormitorio a buscar una colchoneta para el masaje, me sigue, me tira en la cama boca abajo y se tira encima mío, tengo pollera y botas altas, me besa el cuello y me humedezco al tiempo que siento sus manos en mis piernas.


Pensé que no querías cogerme más.

¿Cómo no voy a querer cogerte? ¡Si es lo que más quiero!


No pienso más, sus manos no me dejan, su boca, su olor me obnubila y me entrego dócil a su cuerpo. No tenemos mucho tiempo.


– Qué pena que se me arruinó la PC justo este fin de semana que no estoy sola.

– No la arreglé para volver el próximo.






continuará…

1.5.09

amante de 25 (cap 5)

Quedamos para el sábado, tiene un cumple, pero viene después.

Esta semana estoy feliz, suspendida, soñando despierta.

Una mañana me despierto con un pre-sentimiento feo, alguien me dice al oído que pare, que eso no es amor, es solo sexo. Ya lo sé

Me asusto de mí, tengo miedo, pre-siento que algo malo va a pasar.

Lo llamo el día anterior para confirmar, no puedo cualquier día soy madre separada y solo a veces. Casi siempre cuando puedo no tengo nada para hacer y cuando no tengo programas geniales y fiestas, por eso lo llamo, no quiero quedarme plantada el sábado a la noche que puedo, dice que en principio si, pero que de última yo puedo el domingo también, y ese “de última” me mata, entonces me hago la boluda, no quiero pensar cosas feas, me tiran para atrás, me paralizan, me miro al espejo con anteojos y veo los años que nos separan y pienso que sabiamente la naturaleza con la edad te da la presbicia para que no te veas el tiempo en la cara.

Me olvido de los presentimientos, sigo adelante.

Sábado, superproducción, compro vino tinto, papas fritas, queso, pan rico, coca cola, cigarrillos, alfajores.

Me depilo entera aunque suele suceder que cuando lo hago se frustra el encuentro. Pero quiero estar perfecta.

Me visto, me maquillo apenas, me perfumo, lo espero.

Dijo que viene a las 12. Soy feliz.

23:30 sms:

–no voy a ir, no me siento bien.

Tiemblo… si, me tiemblan las piernas, ahí está mi pre-sentimiento que me avisaba, que me alertaba lo que no quería escuchar, y lloro como una nena, como cada vez que me pasan estas cosas… porque no es la primera vez, ni será la última.

Entro al google talk y ahí está.

Primero dice q anoche tomó mucho, después que no tiene ganas de salir, que tiene bajones porque no sabe lo que quiere, que él pasa por la vida de la gente como el viento y por eso las novias no le duran mas de seis meses, porque no registra lo que le pasa a los demás, que no me encariñe.

¡Que no me encariñe! ¡Frase de mierda! ¡Cómo no encariñarme!

Quiere venir a merendar el domingo, si claro… conozco de neurosis masculinas.

Lloro de impotencia, no es por él, es por mí, por pelotuda!

Y me viene… claro, me siento horrible, inundada de lágrimas y ahora sangre, como debe ser.

Todo mi adentro sale al escenario, por suerte no hay público.

Hace mucho frío.

Dos días después sms:

–querés que nos veamos hoy?

–no da, estoy indispuesta

–ah, claro… bueno, hablamos, beso

Y me acuerdo que al padre de mi hija, artista plástico, lo conocí en el peor día del período y después de regarle las sábanas con mi sangre dijo –no importa con estas sábanas pinto un cuadro.

Más tarde nieva en Buenos Aires.






Continuará…

22.4.09

amante de 25 (cap 4)

Tengo su celu y su mail, quedo fascinada con la performance de Marianito.

Amante, porque me ama por un rato, porque solamente nos conocimos para hacer el amor, o el sexo, que me lleva a lo mismo.

Amante es la mejor palabra, habla de amor sin otro compromiso más que amarse por un rato, alguna gente le da un significado peyorativo, mi teoría es que esas son historias de tres, pero los protagonistas son siempre dos.

Los amantes se cuidan, se respetan, tienen códigos secretos. No son amigos.

Jueves 22hs, estoy sola en casa, mando sms

Yo: hola

Él: hola cómo estás?

Yo: bien, vos?

Él: te mando una invitación para chatear x google talk

Otra vez en la PC, viene invitación, me bajo el programita, y ahí está otra vez, chateamos, le cuento que estoy sola y se invita a venir, me encanta. Y me encantaría tener 23, aunque seguro que si así fuera esto esto no estaría sucediendo. Dice que no puede con las de su edad, que son histéricas y los de mi edad están fóbicos o separados y deprimidos o casados.

Me pongo feliz, me cambio, me pinto un poco, me perfumo. Me encanta esperar que venga y canto.

Cuando lo veo en la puerta con la mochila me doy cuenta, no me acordaba de su cara. Es lindo. Yo también sonrío.

Esta vez nos vamos directo a mi habitación, con la música, agua fría, cigarrillos, todo lo necesario para no salir.

Nueva función de sexo a la carta!

–¿Qué querés? Lo que pidas.

Dice que se siente en una porno conmigo, que estoy mas linda que la otra vez. Yo opino que es porque ahora me gusta, cuando lo conocí no sabía si iba a funcionar, que siempre es cada vez mejor.

Suenan Soda, Trainspoting, The Clash, sonamos nosotros. No dejamos de hacer música con el cuerpo.

Dice que quiere que estemos un dia entero juntos con tiempo, y hacernos masajes, que me arregla la PC, tomar vino, el sábado.

–¿Dormimos un poco?

A la mañana le hago el desayuno mientras se baña. Se va a trabajar.

Nos amamos. Aunque sea solo sexo.

Por eso me gusta.







Continuará…

16.4.09

amante de 25 (cap 3)

Me llama por teléfono, manda mail diciéndo que está sin banda ancha... el nombre dice Andrés, quiere verme.
Pasan un par de semanas vuelve a mandar mail, quiere verme.
Sábado a la noche, previa cena de tacos, con amigas, quedamos en encontrarnos, mis amigas se rien y preguntan:
–¿De qué podés hablar con uno de 25?
¿No me conocen? puedo hablar con cualquiera aunque no creo que hablemos demasiado.
Se preocupan
- estás loca, ¿cómo sabés que no es un asesino?-
Manda sms,
-ya tengo celu diosa, –dice.
Pablo, Andrés, hasta ese momento. No tengo demasiadas expectativas, no es el primero del chat que conozco ni será el último, pero en general no me gustan.
Hace mucho frío quedamos en la esquina de la casa de mis amigas, por si quiero volverme al toque.
Parece lindo, pelo semilargo, flequillo, alto, cara de nene. Subimos a mi auto y como al día siguiente se vota, hay veda alcohólica y en los bares no te sirven nada con alcohol, además de no poder fumar, vamos a uno en Palermo y me importa un pito si se nota la diferencia de edad.
-¿Cuántos años tenés? Porque tu dirección dice 85, tenés 21?
-No, puse cualquiera en esa dirección, tengo 25.
-ah
-¿Te gusta que tenga 25?
-ya te dije, me da igual
Creo que a él le gusta mucho que yo sea mas grande, a mi me da vértigo ese tema.
Tomo agua con gas, él coca. Estamos cerca. Me agarra las manos y dice que le gusta que no me pinte las uñas, hablamos pavadas, nos miramos.
Cuando el hombrecito va al baño le mando sms a mi hermana diciéndo que es divino, para que se queden tranquilas.
Paga lo que tomamos pero dice que se quedó sin plata, que no se dió cuenta y que se gastó todo... no le creo, pero está todo bien, porque parece copado, tímido, lindo... entonces le digo que vamos a mi casa.
Una vez estacionado el auto en la puerta me besa de sorpresa, como para saber qué gusto tenemos.
Tomamos café, un whisky y empieza a besarme en el sillón… dulce… siento sus manos grandes explorándome y antes de lo que creía dirige su boca a mi sexo.
Y era cierto, pocos minutos tarda, muy pocos, ¡no puedo creerlo! ¡no es tan fácil, nunca! ¿qué hizo? ¿cómo hizo tan rápido para comerse mis orgasmos?
Así comenzó la noche del sábado que creo que terminó a las tres de la tarde del domingo a puro sexo, siestas por medio y sexo sin frenos… desayuno en la cama.
Creo que fue después de su cuarto polvo, que me dijo como se llamaba.
Mariano, de 25, según dice, dulce, caballero, hombre pequeño, hambriento de sexo, de mujer y yo ahí esperando, su medicina, su aliento, sus besos, su olor.
Todas sus ganas para mi, yo entregada otra vez, suya, todo mi adentro se bebió, todo su yo me bebí.
Dormimos juntos, y así despertamos y estuvimos uno adentro del otro todo el tiempo, sin saber dónde empezaba el cuerpo del otro. Respirando sexo. Soy feliz.
Saborearse. Dejar de ser y ser otra cosa, comerse como a una fruta, entregarse al deseo otra vez y arder.
Parece que se tratara solo del cuerpo pero mi alma canta cuando el cuerpo la deja, se parece al amor. Y si entregarse al otro así es parecido al amor. Porque si, porque dije que si... y me importa un carajo la diferencia de edad porque soy feliz adentro suyo. Porque me creo que es amor y así funciona mejor.
Aunque el tiempo que dura es solo algunas horas.
A la noche sms le digo que me encantó conocerlo.
Eso no se hace porque después se la recreen.

Contesta al toque.
–a mi tmb =)

Continuará….

12.4.09

amante de 25 (capítulo 2 corregido)

No es el único en el chat que quiere hablar de sexo, nada nuevo.
Juego, sé jugar, aprendí de a poco que solo escribiendo pija se calientan.
Al principio no lo podía creer, después hasta los vi en la pantalla. Era cierto, descubrí que tenía ese poder. Solo con palabras o juntando unas cuantas letras mmm… ya funcionaba.
Ficción, realidad paralela, ese nick puede sentirse como si de verdad fuera un cuerpo cerca, solo palabras, pero son mi fuerte.
-Ponete “diosa” –me dijo una amiga que vive en Barcelona.
Nunca me creí una diosa, pero en cuanto lo empecé a leer en la pantalla me lo empecé a creer, como ellos se creían los mmmssss…

Pablin: hola diosa!
Diosa: hola
Pablin: sos una diosa en serio!
Diosa: jua, gracias!
Pablin: me dejaste flasheado el otro dia
Diosa: si tanto?
Pablin. Si
Diosa: te gustan las mujeres mas grandes?
Pablin: si
Diosa: x?
Pablin: xq saben lo q quieren
Diosa: y… puede ser, y qué quieren? A ver…
Pablin: pasarla bien, vos q querés?
Diosa: nada en especial, conocer a alguien con onda, no es tan fácil de encontrar
Pablin: ya lo encontraste!
Diosa: decís?
Pablin: si
Diosa: el de la foto sos vos?
Pablin: si, q te parece?
Diosa: nada, sos lindo, de veras tenés 27?
Pablin: 25 tengo, t jode?
Diosa: y… q se yo, no, depende de para q
Pablin: para lo q vos quieras…. vos 37 no?
Diosa: si
Pablin: mmm… la mejor edad
Diosa: t parece?
Pablin: claro, nunca estuve con una mujer de 37… y me encantaría que probaras cómo puedo hacerte acabar en mi cara! Te puedo llamar x tel?
Diosa: mmm no sé, no t creo mucho
Pablin: estuve pensando en vos desde el otro dia
Diosa: jua, q pensaste?
Pablin: y… cosas, y ahora q veo esa foto, podríamos vernos, no?
dale dejame llamarte x tel!
Diosa: bueno, pero no me empieces a llamar todos los dias!
Pablin: quiero escucharte la voz, no t preocupes q soy un colgado para llamar, estás sola?
Diosa: si

Continuará…

1.4.09

TP nº 3 corrección del cuento, escribo tipo Paul auster, jajajaj

Mis treintas

Cuando estaba por cumplir treinta años decidí hacer una fiesta.
Ya nada iba a importarme demasiado.
Vivía sola, viajaba, escribía y trabajaba cuidando niños. Lo pasaba genial.
Sin embargo me sorprendía que casi todos mis amigos ya tenían hijos.
Además me daba cuenta de otras cosas, por ejemplo. Cuando empecé a trabajar de baby-sitter los padres eran casi diez años mayores que yo y de repente ahora tenían mi misma edad.
Para la fiesta le pedí a Sebastián y a Gustavo que se ocuparan de las drogas. Yo quería una fiesta inolvidable.
Ese día me super produje y además estrené los mejores tacos aguja. Hay fotos que lo acreditan.
La fiesta fue un éxito. Pero me pasé la noche bajando y subiendo los dos pisos por escalera para abrirles a los que llegaban. Cuando subieron los últimos empezaron a irse los primeros y así me pasé casi toda la noche en el pasillo.
Mis pies latían cuando me senté en un descanso de la escalera para darles un pequeño masaje. No tendría que haber bajado tantas veces, para los invitados que se iban alcanzaba con dejar la llave del lado de adentro. Esta idea sumada al dolor intenso de pies me hizo llorar como una nena, lloraba por los pies, por la escalera, por mis treinta años, por los hijos que no tenía, por los novios que había echado, por la familia que no había formado, todo era motivo para seguir llorando.
De repente se encendió la luz del pasillo y escuché que alguien me llamaba.
— Lexi, ¿estás ahí? —se asomó Sebastián
— ¿qué te pasa nena? ¿estás llorando?
— si , —dije sin poder parar. Se acercó y me abrazó como hacía tiempo que no lo hacía. Como cuando éramos novios.
— ya se fueron todos ¿vamos a la cama? —de la mano subimos la escalera.

23.3.09

frutillas con crema

Afuera llueve.

La habitación iluminada cinematograficamente solo por el cuarzo cálido de la calle que está frente al balcón.

Desnudos en la cama comemos frutillas frescas.

Entonces él toma una y muy lentamente la introduce en mi sexo, la saca y se la come.

Toma otra vuelve a introducirla en mi sexo y me la da en la boca a mi.

Y así de a poco nos comimos todo el postre…