25.1.09

Citas ciegas (dos en una semana, no será mucho?)

La ültima vez que vino El Beto de floresta, amante joven y bombón, le dije que quería un novio que fuera un poco más grande que yo, que estaba cansada de los pendejos, le dije que quería un hombre de verdad, un compañero.

Entonces me llama al celu y me dice que tiene un amigo copado que quiere lo mismo que yo, una novia, que es divertido, buena gente, “un 46” dice refiriéndose a la edad, me pregunta si puede darle mi teléfono, que al menos lo conozca… mi primera reación es –me estás entregando boludo? –no, pero como vos me dijiste que querías un novio, se me ocurrió… ok, digo dale.

Me cruzo otro en el chat de ciudad buscando chica, lo que ya habla algo de él, en fin… dice tener 39, periodista del diario Olé, pasamos al messenger solamente porque me dice que es escritor, separado y que tiene 39… igual cometí el error de pasarle el blog y entonces puede creer que soy la protagonista de los cuentos… en fin…

Llama, Claudio, el amigo del Beto, (linda voz) y me habla como media hora, me habla mucho, parece divertido pero no dice nada, leo en su voz que es un tipo de barrio que comparte las cervezas de la ocho de la noche en el mismo bar adonde va Beto, le digo que esta semana estoy medio complicada, que quizas el próximo fin de semana tomamos algo, -ok hablamos…

Vamos a probar con hombres más grandes, los pendejos me cansaron un poco.

El periodista se llama Hernán, chateamos, dice que se separó hace unos meses y tiene dos hijos chiquitos que son lo más importante para él.

Quedamos en vernos un jueves a la noche, vamos a encontrarnos en un bar por Belgrano a tomar algo.

Mientras tanto a Claudio parece que le gusta hablar mucho por teléfono y me llama seguido o me manda mensajes de texto preguntando cómo estoy, en fin…

Me da intriga salir con un tipo más grande considerando que hace mucho que no estoy con ninguno, quisiera sentirme seducida.

Cuento en mi laburo y la gente se rie, dicen que estoy loca, pero bueno, esta soy yo… no me da miedo una cita a ciegas más, siempre puedo irme, pero por las dudas un compañero me dice que me manda sms para ver q todo esté en orden, ok.

Jueves a la noche me voy desde el laburo al Escandinavo, mítico bar de Belgrano a encontrarme con Hernán, el periodista-escritor, pienso que tal vez tengamos algo en común…




continuará