7.2.09

Citas ciegas

Domingo a la tarde quedé en hablar con Claudio, para vernos, quedamos a las 20 hs en la plaza de la iglesia redonda en Juramento y Cabildo, voy caminando tranquila, mientras me mensajea que está por llegar, que llegó, que me espera, que qué tengo puesto, finalmente lo veo, bueno veo que tiene una importante panza, pero en fin, es rubión de ojos celeste, no es feo, nos saludamos y vamos a tomar algo, una cerveza, digo, pero quiere un café, así que tomo café con él, capuchino, nos sentamos afuera porque los dos fumamos, a veces es una suerte, otras veces te das cuenta que fuma mucho y no es tan agradable, me mira, le gusto, lo sé.
Me cuenta de su vida, de su trabajo, de su familia, hace poco que vive finalmente solo, vivió con su mamá, con una novia, y ahora recién hace creo q un año vive solo, está divertido, charlamos mucho, fumamos, estamos rodeados de mujeres solas de todas la edades, grupos de mujeres, grandes, pendejas, niñas.
Se hace de noche y seguimos charlando, buena onda, somos bastante diferentes, que se yo, casi no lee, me cuenta historias de novias que ha tenido, escucho y me rio, al menos tiene buen humor, le digo que comamos algo, es tarde ya y me dio hambre, entramos a la parte de fumadores y comemos algo, está bueno charlar con él, es divertido, pienso si no es demasiado panzón pero bueno, nadie es perfecto, trato de verle cosas positivas y un poco me sale, me pregunta qué me parece, haberlo conocido si era cómo me lo imaginaba, qué se yo, esas boludeces, salimos y quiere que caminemos por la plaza, ok.
Me convida tic-tac, entonces sé que me va a besar y no quiero, le digo que no quiero tic-tac, pero me agarra de la cintura y me besa y no me gusta, qué feo es que alguien te bese cuando no te gusta!, igual yo lo beso, pero mi cuerpo no.
Entonces le digo que me de tiempo, que todavía no, que a mi me gusta cuando me vienen las ganas, o algo así. Me dice que bueno, que está bien que no me apura y seguimos caminando siempre por el mismo lugar dando vueltas a la plaza, re ridículo.
Y pregunta –cuáles son tus fantasías?
Cómo puede un hombre en la primera cita preguntarme semejante cosa? Digo, no soy una mojigata ni intento serlo, pero no es otra cosa seducir a una mujer? Ni los pendejos me dicen esas cosas, será que la edad les da la impunidad de mandar cualquiera?
Contesto – la verdad es que la mayoría de las fantasías las cumplí, para que me aparezcan nuevas tiene que aparecer en principio con quién, sino no se me ocurre nada.
Oviamente se va todo a la mierda, ya creo que es un pelotudo y de ahí no se puede volver, nunca va a gustarme un pelotudo y encima con panza.
Me lleva en un coche medio hecho mierda hasta mi casa, dice que hablamos y nos vemos, digo que bueno, pero sé que no lo volveré a ver.
A los dos dias me manda sms –te cayó la ficha ya?
Tardo tres horas en contestarle –si, no da, gracias por todo. A lo que repregunta –se puede saber por qué? Algo que jamás le contestaré. Si todavía no lo aprendió ya es tarde.
Hay cosas que a los pendejos se les perdona por la edad o porque están buenos, a los grandes no da, digo a esa edad ya deberían saber algunas cosas, como seducir a una mujer.
Más tarde me encuentro con el Beto, de 26, en el messenger y me pregunta que pasó con Claudio, le digo que cuando quiera nos vemos.




fin.