Afuera llueve.
La habitación iluminada cinematograficamente solo por el cuarzo cálido de la calle que está frente al balcón.
Desnudos en la cama comemos frutillas frescas.
Entonces él toma una y muy lentamente la introduce en mi sexo, la saca y se la come.
Toma otra vuelve a introducirla en mi sexo y me la da en la boca a mi.
Y así de a poco nos comimos todo el postre…