29.12.10

2011 año del gato

"Elijo a mis amigos no por la piel u otro arquetipo cualquiera, pero por sus pupilas. Tienen que tener un brillocuestionador y tonalidad inquietante.

No me interesan los buenos de espíritu ni los malos de hábitos.

Me quedo con aquellos que hacen de mí loco y santo.

De estos no quiero respuestas, quiero mi revés. Que me traigan dudas y angustias y aguanten lo que hay de peor en mí. Para eso, sólo siendo locos.

Los quiero santos para que no duden de las diferencias y pidan perdón por las injusticias.

Elijo a mis amigos por la cara limpia y por el alma expuesta. No quiero solamente el hombro o la falda, quiero también su mayor alegría. Amigos que no ríen juntos, no saben sufrir juntos.

Mis amigos son todos así: mitad tontería, mitad seriedad. No quiero risas previsibles ni llantos piadosos. Quiero amigos serios, de aquellos que hacen de la realidad su fuente de aprendizaje, pero que luchan para que la fantasía no desaparezca.

No quiero amigos adultos ni estudiantes. Los quiero mitad infancia y otra mitad vejez. Niños, para que no olviden el valor del viento en el rostro, y viejos, para que nunca tengan prisa.

TENGO AMIGOS PARA SABER QUIEN SOY.

Pues viéndolos locos y santos, tontos y serios, niños y viejos, nunca me olvidaré que la normalidad es una ilusión imbécil."



Oscar Wilde


feliz 2011!

29.8.10

Un abogado de treinta

Quedaron en Cabildo y Juramento. En la salida del subte. Puntuales los dos se encontraron. Se habían conocido el sábado. En la city. Ahora es para mayores de treinta y cinco. Nunca había ido Sandra, pero el sábado una amiga le dijo que estaba bueno, música de los ochentas, rock, lentos. Música bailable en general. Le avisó Susana que estaba lleno de freaks. Pero no pudo evitar sorprenderse con cada personaje de esa noche. Parecía una película de Fellini. Gordas con minis terribles bailando sobre las mesas. Mujeres viejas enfundadas en animal print. Gatos, hombres y mujeres. Bigotudos. De todo. Parecía un zoológico el lugar. Ellas no paraban de reirse ni de bailar. La verdad es que allí adentro eran unas diosas. La música estaba buena. Tomaron caipirinhas.
Cuando se encontraron ella le dijo que tenía miedo de no acordarse de su cara. El pibe no entendió el chiste, y medio se ofendió. Sandra se acordaba de sus manos, de su boca, pero no de su cara. Que se ofendiera ya hablaba un poco de su sentido del humor. Cuando lo vió le pareció lindo. No daba treinta, pero ella tampoco aparentaba cuarenta y cinco. Fueron a una pizzería con lugar para fumadores. La noche era cálida. Linda para caminar. Charlaron. Aquel día solo bailaron, se besaron como locos y él le tocó todo el cuerpo, desesperado. Nunca supo que esa era la fantasía que ella había tenido siempre. Hacía mucho que Sandra quería apretar y transar con alguien en una disco en frente de todos como cuando era chica. Y ese sábado estaba sin querer ni planearlo cumpliéndola. Es que la música la vuelve loca, bailar la transporta y se deja llevar. Solo unas copas de más y bueno… todo parece posible.
El pibe se portaba bastante maduro el jueves, pero se le notaba que estaba caliente, desde el día anterior le decía por celular que quería dormir con ella. Sandra se reía, pero no quería. Dormir con alguien es peor que coger sin onda. Pero eso no da decirlo por teléfono. Se hacía la boluda.
Pidieron una pizza mitad de albahaca y mitad de jamón y morrones. Cerveza. El pibe le preguntaba si quería esto o aquello, demasiado preguntaba se notaba inseguro. En un momento de la nada dice:
¬– Nunca pagué por sexo, Sandra se rió y dijo
– Qué suerte, yo tampoco.
Pero ella sabe que casi siempre cuando alguien enuncia, la negación de adelante desaparece, claro queda como “pagué por sexo”. Ella se rie acordándose de que es muy prejuiciosa. El pibe se le acerca, le toca las piernas, no deja de mirarle las tetas. Repite lo de dormir juntos y le cuenta que al día siguiente tiene que ir a un juzgado, en tribunales, entonces le conviene quedarse a dormir por el centro. Vive en Monte Grande, dice. La verdad es que ella no sabe lo que quiere, todavía no está segura de querer coger siquiera. El sábado era otra cosa, ahora… el sábado ella le dijo que no se iría con él esa noche. Argumenta que vive con sus padres grandes que si no les avisa se mueren de un infarto. Cualquier cosa con tal de ver que onda.
– Vamos viendo, dice.
Camino a la pizzería pasaron por la puerta de un telo. Es donde iba con un novio hace como diez años, el más barato del barrio. El pibe es lindo pero parece medio boludo, la pilotea pero no cree que sea de verdad abogado. Eso sí, habla mucho sin parar le dice que esa una diosa, no para de decirle cosas lindas. Eso la seduce. Toman la segunda jarra de cerveza. De la mano caminando. Vamos viendo se dice ella. El pibe paga pernocte con desayuno… Sadra se ríe, hace años que no va a un telo. Una vez adentro él enciende todas las luces, prende la tele con las pornos, dice que le gusta así. Se lo nota ansioso como desesperado, lejos de pensar en lo que ella quiere. Se desviste y le dice:
– ¿Me la chupás?
Sandra no lo puede creer, dice que no, que capaz más tarde y se ríe. El pibe mira la tele y habla boludeces, la desviste, la toca un poco, apurado. Al instante la está cogiendo como los perros cuando se hacen la paja. Sandra cierra los ojos. Ya no le gusta el olor. Ya se quiere ir. Lo mejor es que acabe rápido.
– ¿Viste? Tomé mucha cerveza para durar más.
– Ah mirá vos…
Entonces empieza a gritarle cosas groseras, le pega, se siente el actor de la película que mira, quiere que ella se la chupe. Sandra lo intenta para que termine de una vez pero le provoca arcadas, trata de pensar en alguien que le guste, pero sigue teniendo arcadas. El quiere acabarle en la boca. Sandra no entiende cómo el no se da cuenta de que a ella no le gusta. Esos juegos son divertidos cuando hay confianza, cuando alguien te gusta. Actúa un orgasmo para que él se apure, viene bien saber actuar…
Termina. Sandra tiene ganas de llorar. Pero es más la bronca que la angustia, se quiere ir. El quiere otra vez. Ella dice que se siente mal, que se quiere ir.
– No me cagues, te dije que vivo re lejos que necesito quedarme por el centro además esto recién empieza.
– Yo te dije que no quería.
– Pero ya pagué, además tengo tanto para darte todavía, hace dos meses que no cojo.
Y empieza a hablar solo. Le pregunta cómo estuvo, qué puntaje le daría ella. Sandra enciende un cigarrillo y él dice que le molesta que no da que fume más.
Ella se queda callada. El pibe sigue hablando solo, no le importa que ella o hable. Dice que todas sus novia lo cagaron le mintieron, lo dejaron. Dice que en sus treinta años cogió con veinte mujeres y le pregunta a ella con cuántos. Sandra dice que hace años llevaba una cuenta. Dice que empezó a coger a los veinte. Y sigue hablando. Ella está cansada. Se da vuelta para dormirse y él la agarra de atrás en cucharita, le sigue hablando fuerte al oído. Pasan cinco minutos en los que Sandra se pregunta qué está haciendo ahí. El quiere poner el despertador a las cinco para coger.
Sandra enciende las luces, todas como le gusta a él. Empieza a vestirse.
– Me voy, dice. – disculpame pero me siento mal.
– ¿Cómo que te vas? ¿estás loca? ¿cómo me vas a dejar así? No se puede quedar uno solo durmiendo en un telo nos tenemos que ir los dos. Solucioname esto me estás cagando, ¿ahora qué hago?
Sandra sigue vistiéndose y no dice nada.
– No hay más conbis a esta hora ¿cómo me voy? Solucioname esto.
– Tomate un colectivo.
– ¡No hay más colectivos a esta hora!
– Es problema tuyo. Tomate un remis.
– No tengo más guita. Me gasté todo y encima no traje la banelco, ¡Pará que me visto! Solucioname esto ahora
– ¿Cuál es el problema la guita? Abajo cambio un billete de cien pesos y te presto cincuenta  ¿está bien?
– No me prestes porque no te los voy a devolver, si no quiero verte más.
– No te preocupes yo tampoco.
Bajan en el ascensor.Silencio de muerte. Sandra cambia su billete con la mina de la caja del telo. En la calle le da uno de cincuenta.
– ¿Para qué lado es la avenida?, pregunta él.
Sandra se va para el otro lado. En la noche linda y oscura. Se va caminando sola a las dos de la mañana. Es su barrio. No tiene miedo. Después de esta noche nada le da miedo.

18.6.10

una cita

Clara se abrigó demás. Hacía frío. La cita la hacía sospechar. No le gustaba encontrarse en un lugar público con él. La ponía nerviosa. Estaba segura de que tendría frío. Aunque ya fuera primavera. Debajo del saco, la remerita negra escotada. Pensó que le hacía las tetas más grandes. Su marido se las miraba cuando la usaba. Pocas veces sentía que él la miraba. Manuel sí. Siempre. Clara no entendía que la hubiera citado en semejante lugar. “Zoo 15 hs selva subtropical.” Ese había sido el mensaje de texto. A ella le daba miedo que los vieran. ¿Quién podía ir al zoológico a esa hora? Su marido era visitador médico, el zoológico no era su zona, pero podía estar en cualquier lado.
La selva subtropical antes era la jaula de las fieras, la parte de adentro, no tenía acceso el público.
Clara llegó a las tres menos cuarto. Siempre llegaba temprano, le daba rabia. Caminó un rato por el parque. Hacía frío. Se sentó en un banco frente al lago y sacó su espejito con aumento para revisar el maquillaje. No usaba demasiado. Retocó el brillo de los labios. Los amantes no usan ni mucho maquillaje ni perfume. Deja rastros. La mujer de Manuel es muy celosa pensó. Lo llama todo el tiempo. Ricardo, en cambio, no se da cuenta de nada. Nunca antes había estado en la selva subtropical. Cuando por fin entró se dio cuenta del cambio del clima y la temperatura. Calor. Humedad. El ruido de los pájaros era ensordecedor. Cascadas artificiales. Lo vió. Alejado de la puerta. Cruzaron miradas y sonrisas. El, saco y camisa bastante abierta. Clara se desabrigó enseguida. Dejó ver su escote. No había mucha gente. Tampoco estaba vacío. El día era nublado y frío.
-Hola nena.
-Hola.
Manuel la besó apasionado, como si fueran adolescentes. Al mismo tiempo su mano se deslizaba por la cola de Clara. Escondidos entre la gente.
-¿Por qué acá Manu?
-Quería estar con gente, en público.
A Clara no le gustaba que la vieran. Se escondía. Después de todo ¿Cómo estar segura de que nadie los conociera? Algunas madres con niños. Algunas mucamas con cochecitos. Chicos que gritaban y corrían alrededor.
Manuel le decía cosas al oído y Clara se ruborizaba. Caminaron a una zona oscura. El hogar de los murciélagos. Manuel subió una mano por debajo de la pollera descubriendo las piernas. Eran medias que no llegaban hasta arriba. Podía tocarle la piel. Tuvo una erección inmediata. Clara se rió nerviosa. Miedo. Vergüenza. Manuel la arrinconó contra un vidrio húmedo. Ella se zafaba. Su boca decía no. Su cuerpo sí. Eso a él lo volvía loco.
-Dale hagámoslo acá, ¿si?
-No.
La mano de Manuel ya estaba debajo de la bombacha, sintiendo su humedad.
-No Manu, vamos a un telo…
-Dale mala, si te gusta…
En ese momento se escuchó un murmullo creciente seguido de gritos. Una horda de guardapolvos blancos entraron corriendo seguidos de dos maestras gordas. Apenas los vió Clara se acomodó la ropa.
-Vamos a otro lado Manu, yo también quiero, pero acá no da.
-Acá Clarita, quiero acá. Me calienta que nos puedan ver. Me calentás mucho, ¿no ves?
- Estás loco, me muero de vergüenza.
-No mi amor, te va a encantar…
Caminaron despacio. Miraron los pájaros. Actuaban. Jugaban a ser novios. Un grupito de chicos los vió y cuchichearon al tiempo que los señalaban. Clara se ruborizó. Manuel reía y mascaba chicle. Siempre de mentol. El pelo le caía sobre la cara de costado y se lo soplaba. Siempre olía bien.
-¿Nos vamos Manu? Estoy incómoda…
-No mamita ya se van los chicos, ¿ves? Quiero cogerte acá adentro.
La última frase se la dijo en el oído. A veces pensaba que no era él. La adrenalina, el vértigo de encontrarse a escondidas quizás. Manuel era divertido. Siempre de buen humor. Tal vez Ricardo también fuera así cuando no estaba con ella.
Pasó casi media hora hasta que los escolares emprendieron la partida. No quedó nadie más que ellos. Clara y Manuel parados en un puente colgante de madera. En medio de la selva subtropical. El dejó el saco sobre su laptop, en el suelo junto con las cosas de ella. Al mismo tiempo le levantaba la pollera de lana. La visión de su culo perfecto lo turbó por un momento. Enseguida se estaba poniendo un forro. Corriéndole la tirita de la ropa interior húmeda. Ella seguía diciendo que no. Sabía que a esa velocidad no le iba a gustar. Manuel la apoyó sobre la baranda del puente y la penetró por detrás mientras con las manos le sostenía las tetas. Todo terminó rápido. Minutos apenas en los que Clara no dejó de mirar la puerta. Manuel quedó temblando después de un grito, que con el ruido de las aves, apenas se escuchó. Clara se acomodó rápido la ropa. Se alejó hacia la puerta. Una vez afuera volvió a arreglarse el maquillaje con el espejito de aumento. Al rato salió Manuel, sonriendo.
-¿Sos mi puta?, le preguntó cuando se despedían.
-Si , claro.
Se besaron. El salió por la puerta de Las Heras, sonriendo. Ella por la de Libertador. Mientras subía a un taxi leyó el mensaje de texto que decía: “beso diosa.” Después de borrarlo prendió un cigarrillo.

8.6.10

este blog tiene vida propia, se me fue de las manos...
eso es lo que le tiene que pasar a mis personajes... me dicen.

5.5.10

SOLO PARA CHICAS

SECRETO PARA UNA PIEL PERFECTA



RECETA DE LA ABUELA



Mezclar en un bol azúcar y aceite de oliva en proporciones como para que quede una pasta.
Frotar por toda la piel del cuerpo (toda) pero con cariño, no se lastimen. También puede usarse en la cara.
Esta mezcla les dejará la piel como la de un bebé.
El aceite podrá ser suplantado por cualquier crema humectante barata.
Un exfoliante natural.
Posteriormente ducharse.





La verdad no lo quería compartir, pero soy una chica copada.





Luego someterse a las caricias del amante.






¡Que lo disfruten!







Después me cuentan.



29.4.10

Perra

PERRA
NADIE SUPO A QUÉ RAZA PERTENECÍA…
NUNCA PUDO SER DOMESTICADA…
SOLO FUE FIEL A SI MISMA…


“El espíritu mora misteriosamente en todos los seres y actúa a través de ellos, arrastrándolos al torbellino de la vida”

Síntesis argumental

Perra es un drama erótico que cuenta las andanzas de una chjca sin rumbo.
La protagonista, Blanca, vive con sus padres Juana y Pocho y con su hermano Coco. Todos trabajan como caseros cuidando una estancia de potentados. Al contrario del resto de su familia, Blanca leyó entera la biblioteca de la estancia, es muy curiosa, ávida de conocimientos, pero no la dejaron terminar la secundaria, es muy hermosa, era la más linda de la escuela, había hecho el amor con su primer novio en el establo y apenas empezaba a conocer su propio cuerpo cuando comenzó a ser abusada sistemáticamente por el dueño de la estancia cuando solo tenía trece, creemos que su madre siempre lo supo, pero nunca hizo nada para defenderla. Juana tuvo el mismo destino que Blanca en su adolescencia, y podemos pensar que su hija sea también producto de ese acoso que sufría por parte del, aquel entonces, dueño de la misma estancia. Ese pueblo siempre fue un feudo en el cuál los empleados le pertenecen a los estancieros quienes ganan millones pagándole a los recolectores con migajas, y los chicos comienzan a trabajar desde pequeños, viven con sus familias en ranchos y las chicas tienen casi todas el mismo destino. Nadie se los cuenta, siempre sucede igual, son sorprendidas en una siesta, un anochecer, una ducha, un establo, siempre de sorpresa. Ninguna mujer tiene la valentía de avisarle a su hija lo que le espera, porque es así. El destino es sorprenderse. Blanca apenas sorprendida, quiso torcer su suerte...
A partir de su primera desilución amorosa y cansada de la mediocridad de su entorno, nuestra protagonista decide partir a conocer el mundo mas allá de ese pueblo.
Una vez en la ciudad, y habiéndo comenzado su viaje, las nuevas experiencias la transformarán en diferentes mujeres, que siempre fueron parte suya sin saberlo, hasta encontrarse con aquella que siempre quiso ser.

20.4.10

se acuerdan de esto?

bueno, parece que se llama "malparida" ahora, el título está registrado, pero las ideas se chorean.... o se venden...

la nueva telenovela del trece


acá la tienen



la escribí yo con algunos amigos...








en fin... para todos los que querían ver "perra"


ahora la pueden ver por el trece...









aunque no sé cómo haya quedado...

18.4.10

algunas cosas salen mejor de a dos...



mamá sabe bien, perdi una batalla
quiero regresar solo a besarla
no está mal ser mi dueño otra vez
ni temer que el rio sangre y calme
al contarle mis plegarias.

Tarda en llegar, y al final
al final hay recompensa.

mamá sabe bien, pequeña princesa
cuando regresé todo quemaba
no esta mal sumergirme otra vez
ni temer que el rio sangre y calme
se bucear en silencio.

Tarda en llegar, y al final
al final hay recompensa.
...en la zona de promesas.

3.3.10

Feminismo

"juego para a perder"



solo una frase.
en blog de hombre las chicas dirían que es romántico.
en blog de mujer...

31.1.10

perra

Mi perra está en celo, nunca estuvo con ningún perro... entonces la dejo salir a la calle cuando llora desde el balcón. la dejo sola, que haga lo que quiera.
La mayoría delos perros que pasean andan con correa con sus dueños y no los dejan con mi perra. Los únicos sueltos son los que viven en los garages, generalmente son medio feos, a mi perra le encantan, pero son grandotes para ella y no pueden...
Las señoras que pasean perras me tocan el timbre y me dicen que la agarre, -pobrecita, la va a agarrar algún perro. Bueno, digo yo, si ella quiere... -no, pobrecita...
Los que pasean sus perros de raza no los dejan acercarce. La cuestión es que está sola, llorando en el balcón. Cuando la dejo suelta la gente dice que no la cuido. Solamente quiero que sea feliz, que siga su instinto, parece que nadie lo entiende. Digo, ¿qué carajo les importa lo que hace mi perra? ¿por qué no quieren que salga sola a buscarce un macho? Ella siempre vuelve a casa, así que la dejo. Me da pena que los perros de los garages no puedan porque a ella le gustan y son los únicos libres...