24.10.08

duele...

(solo una idea escrita en el subte línea D, entre Tribunales y Congreso de Tucumán)


Bancarse el dolor sin vergüenza, olerlo, sentirlo, conocerlo, tocarlo, hacerse cargo.
La mayoría de la gente tiene vergüenza del dolor, se esconde, se tapa.
Se lo calma con analgésicos, con curitas, con cerveza, con ansiolíticos, estamos tan acostumbrados a evadir el dolor…
Aunque el dolor sea solo un síntoma siempre, de otra cosa.
Hablar del dolor, escucharlo, nos hace más sabios. Cuando algo duele, es que pasa algo.
La gente cree y confía en la medicina como si fuera una religión, hasta la “prepagan” como un diezmo para tener un mejor lugar en los “hoteles de enfermos” el día que lo necesiten, como en el cielo…
En una época me dediqué a hacer digitopuntura, Shiatsu.
Una vez una amiga me pidió que le hiciera un masaje a un amigo que estaba internado en el Muñiz, casi en las últimas con HIV, veintipico de años. Al tocar su cuerpo mis manos supieron solas que la muerte estaba cerca, su cuerpo fue el primero y el único de los que toqué que tenía una blandura de almohada, una blandura que nunca volví a sentir, entonces aprendí que la tensión es la vida misma.
Que el dolor solo es parte de algo vital, y siendo solo el síntoma de algo, nos enseña sobre nosotros, si lo dejamos libre, sin taparlo. Sentirlo nos hace pensar, nos enseña, si solamente lo calmamos con una pastilla aparecerá otro síntoma diferente hasta que un dia nos demos cuenta o nos enfermemos de algo incurable.