Atrás de la risa algo escondido casi siempre.
Los gemidos salen de mi cuerpo y los escucho como si fueran de otra persona, no parecen salir de mi boca.Unas manos me recorren el cuerpo y me despiertan como si estuviera soñando, pero no estoy soñando me estoy despertando. El mejor de los amaneceres, despertar de caricias calientes.
Ya hay luz afuera aunque esta nublado. Los cuerpos funcionan solos sin conciencia, es apenas instinto animal y ellos deciden los pasos a seguir. Los cuerpos se ondulan y se tensan en perfecta sincronicidad. Las respiraciones se apuran sin remedio. El intercambio de saliva, finalmente el punto de encuentro.
Acontece el primer milagro, mi cuerpo que recibe a otro cuerpo y se siente tan bien. Se atraviesan paredes, se abren puertas y ventanas. El aroma es el mejor, insuperable. El gusto del sudor.
El equilibrismo es humano, el balanceo también. la extensión de la piel que en ocasiones parece infinita ahora casi no alcanza para abarcar el deseo. Los extremos no alcanzan.
No se que quiere mi cuerpo, funciona sin mi permiso hasta recibir el fluido sagrado, el principio de la vida. En los tiempos que corren también podría llamarse el principio de la muerte.
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