16.4.09

amante de 25 (cap 3)

Me llama por teléfono, manda mail diciéndo que está sin banda ancha... el nombre dice Andrés, quiere verme.
Pasan un par de semanas vuelve a mandar mail, quiere verme.
Sábado a la noche, previa cena de tacos, con amigas, quedamos en encontrarnos, mis amigas se rien y preguntan:
–¿De qué podés hablar con uno de 25?
¿No me conocen? puedo hablar con cualquiera aunque no creo que hablemos demasiado.
Se preocupan
- estás loca, ¿cómo sabés que no es un asesino?-
Manda sms,
-ya tengo celu diosa, –dice.
Pablo, Andrés, hasta ese momento. No tengo demasiadas expectativas, no es el primero del chat que conozco ni será el último, pero en general no me gustan.
Hace mucho frío quedamos en la esquina de la casa de mis amigas, por si quiero volverme al toque.
Parece lindo, pelo semilargo, flequillo, alto, cara de nene. Subimos a mi auto y como al día siguiente se vota, hay veda alcohólica y en los bares no te sirven nada con alcohol, además de no poder fumar, vamos a uno en Palermo y me importa un pito si se nota la diferencia de edad.
-¿Cuántos años tenés? Porque tu dirección dice 85, tenés 21?
-No, puse cualquiera en esa dirección, tengo 25.
-ah
-¿Te gusta que tenga 25?
-ya te dije, me da igual
Creo que a él le gusta mucho que yo sea mas grande, a mi me da vértigo ese tema.
Tomo agua con gas, él coca. Estamos cerca. Me agarra las manos y dice que le gusta que no me pinte las uñas, hablamos pavadas, nos miramos.
Cuando el hombrecito va al baño le mando sms a mi hermana diciéndo que es divino, para que se queden tranquilas.
Paga lo que tomamos pero dice que se quedó sin plata, que no se dió cuenta y que se gastó todo... no le creo, pero está todo bien, porque parece copado, tímido, lindo... entonces le digo que vamos a mi casa.
Una vez estacionado el auto en la puerta me besa de sorpresa, como para saber qué gusto tenemos.
Tomamos café, un whisky y empieza a besarme en el sillón… dulce… siento sus manos grandes explorándome y antes de lo que creía dirige su boca a mi sexo.
Y era cierto, pocos minutos tarda, muy pocos, ¡no puedo creerlo! ¡no es tan fácil, nunca! ¿qué hizo? ¿cómo hizo tan rápido para comerse mis orgasmos?
Así comenzó la noche del sábado que creo que terminó a las tres de la tarde del domingo a puro sexo, siestas por medio y sexo sin frenos… desayuno en la cama.
Creo que fue después de su cuarto polvo, que me dijo como se llamaba.
Mariano, de 25, según dice, dulce, caballero, hombre pequeño, hambriento de sexo, de mujer y yo ahí esperando, su medicina, su aliento, sus besos, su olor.
Todas sus ganas para mi, yo entregada otra vez, suya, todo mi adentro se bebió, todo su yo me bebí.
Dormimos juntos, y así despertamos y estuvimos uno adentro del otro todo el tiempo, sin saber dónde empezaba el cuerpo del otro. Respirando sexo. Soy feliz.
Saborearse. Dejar de ser y ser otra cosa, comerse como a una fruta, entregarse al deseo otra vez y arder.
Parece que se tratara solo del cuerpo pero mi alma canta cuando el cuerpo la deja, se parece al amor. Y si entregarse al otro así es parecido al amor. Porque si, porque dije que si... y me importa un carajo la diferencia de edad porque soy feliz adentro suyo. Porque me creo que es amor y así funciona mejor.
Aunque el tiempo que dura es solo algunas horas.
A la noche sms le digo que me encantó conocerlo.
Eso no se hace porque después se la recreen.

Contesta al toque.
–a mi tmb =)

Continuará….