Bancarse el dolor sin vergüenza, olerlo, sentirlo, conocerlo, tocarlo, hacerse cargo.
La mayoría de la gente tiene vergüenza del dolor, se esconde, se tapa.
Se lo calma con analgésicos, con curitas, con cerveza, con ansiolíticos, estamos tan acostumbrados a evadirlo.
Aunque el dolor sea solo un síntoma siempre, de otra cosa.
Hablar del dolor, escucharlo, nos hace más sabios. Cuando algo duele, es que pasa algo.
La gente cree y confía en la medicina como si fuera una religión, hasta la “prepagan” como un diezmo para tener un mejor lugar en los “hoteles de enfermos” el día que lo necesiten, como en el cielo.
En una época me dediqué a hacer digitopuntura, Shiatsu.
Una vez una amiga me pidió que le hiciera un masaje a un amigo que estaba internado en el Muñiz, casi en las últimas con HIV, veintipico de años. Al tocar su cuerpo mis manos supieron solas que la muerte estaba cerca, su cuerpo fue el primero y el único de los que toqué que tenía una blandura de almohada, una blandura que nunca volví a sentir, entonces aprendí que la tensión es la vida misma.
Que el dolor solo es parte de algo vital, y siendo solo el síntoma de algo, nos enseña sobre nosotros, si lo dejamos libre, sin taparlo. Sentirlo nos hace pensar, nos enseña, si solamente lo calmamos con una pastilla aparecerá otro síntoma diferente hasta que un día nos demos cuenta o nos enfermemos de algo incurable.
6 comentarios:
Me gusta tu blog, me llama la atención, me identifico con varias cosas, he sentido también la blandura de la entrega que el cuerpo hace a la muerte, como una ofrenda de agradecimiento por el camino recorrido, o tal vez como una declaración de derrota de la vida ante el destino, no lo sé.
Voy a tomar sus palabras como parte de su idea, de su opinión. Le aclaro de antemano por si me equivoco y resulta ser parte del pensamiento dentrode un cuento
Decir que el dolor sea solo un síntoma, es disminuir su real significación. El dolor, aparte de ser una sensación, también es un sentimiento. Somos seres de luces, cada persona constituye una energía diferente, los sentimientos nos provocan cierta revolución de esa energía. La capacidad de los seres sensibles pueden llegar a distinguir o "escuchar" las diversas emanaciones que provocan los demás, no solo de una forma física sino hasta con la sola presencia (lo que a veces me pasa a mi).
Los sentimientos hacen que nuestras vidas no sean lineales, el dolor, como el amor, el odio, etc. Debido a las reacciones que nos provocan terminan constituyendo nuestra personalidad. Coincido que nos enseña, en cierta perspectiva.
Igual mas allá de todo esto, me gusta la idea, si te puede servir como disparador de alguna historia, mejor.
Saludos.
el dolor tiene olor a angustia, mientras que el olor a muerte es definitivamente agrio.
Hacia tiempo no entraba por acá. Vivir pendiente de la medicina es una enfermedad... A propósito, ibas para tribunales o Congreso??
iba o volvía de tribunales...
Lindo Lex. Me gustan estas reflexiones.
Besos y a sentir, que es estar vivo al menos.
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